El clima es de tipo mediterráneo, lo que ha determinado una rica variedad de espacios naturales, siendo el agua protagonista en la mayoría de ellos, no en vano Extremadura es una región con un importante número de kilómetros de costa interior. Dos grandes ríos discurren de este a oeste por el territorio extremeño: el Tajo al norte, y el Guadiana al sur.
La vegetación que predomina es de encinas y alcornoques, destacando 1.430.000 hectáreas de dehesa, ecosistema de enorme riqueza natural que combina la explotación de los recursos naturales con el respeto al medio ambiente.
Entre los espacios naturales más significativos hay que destacar el Parque Nacional de Monfragüe, en la provincia de Cáceres, y el Parque Natural de Cornalvo, sobre las Vegas del Guadiana, en la provincia de Badajoz.
En estos espacios crecen especies de una gran riqueza faunística, Extremadura es uno de los destinos ornitológicos más importantes de Europa: en ella habitan poblaciones de grandes rapaces, aves esteparias y aves acuáticas. Es habitual ver a las cigüeñas en el cielo extremeño.
La vegetación que predomina es de encinas y alcornoques, destacando 1.430.000 hectáreas de dehesa, ecosistema de enorme riqueza natural que combina la explotación de los recursos naturales con el respeto al medio ambiente.
Entre los espacios naturales más significativos hay que destacar el Parque Nacional de Monfragüe, en la provincia de Cáceres, y el Parque Natural de Cornalvo, sobre las Vegas del Guadiana, en la provincia de Badajoz.
En estos espacios crecen especies de una gran riqueza faunística, Extremadura es uno de los destinos ornitológicos más importantes de Europa: en ella habitan poblaciones de grandes rapaces, aves esteparias y aves acuáticas. Es habitual ver a las cigüeñas en el cielo extremeño.