Extremadura (Extremadura en extremeño y en castúo) es una comunidad autónoma española, compuesta por dos provincias: Cáceres al norte y Badajoz al sur y situada en el cuadrante suroeste de la península Ibérica. Su capital es Mérida. Extremadura limita al norte con Castilla y León (provincias de Salamanca y Ávila); al sur, con Andalucía (provincias de Huelva, Sevilla y Córdoba); al este, con Castilla-La Mancha (provincias de Toledo y Ciudad Real); al oeste, con Portugal. El Día de Extremadura se celebra el 8 de septiembre.
Extremadura romana
Conjunto romano de CáparraTeatro Romano, Mérida.La tierra de esta confederación lusitana sufrió una Romanización completa y profunda. El grado de romanización alcanzado y la extensión de la provincia Ulterior aconsejaban un gobierno aparte, constituyéndose la Lusitania en provincia aparte en tiempos de Augusto (s. II a C.). La provincia de Lusitania acogía gran parte de Extremadura, y Portugal central. Se construyeron numerosas vías de comunicación (calzadas), grandes urbes, destacando Emerita Augusta, fundada en el 25 a. C., ciudad muy significativa en el Imperio Romano y capital de Lusitania, una de las provincias en que se dividió definitivamente la Península Ibérica y un aspecto importantísimo fue la adopción de la lengua del Imperio, base de todos las futuros Romances Peninsulares.La capital de la provincia de Lusitania, Emerita Augusta, se convirtió pronto en una ciudad rica y brillante, que en nada tenía que envidiar a las otras dos capitales de provincia hispanas, Tarraco y Corduba. Tenía una amplia y cuidada red de comunicaciones que la cruzaban para enlazarla con las restantes capitales de provincia y con otras ciudades; así, la Ruta de la Plata unía Asturias con Emerita y con Itálica; otras rutas conducían a Corduba; otras a Olisipo , a Conimbriga, pasando por el famoso puente de Alcántara. Mérida canalizó el comercio y la vida de la provincia hacia Roma, norte de África y Grecia. No cabe duda que se alcanzó un alto grado de bienestar. Esto lo demuestra el circo de Mérida, capaz de acoger a 25.000 espectadores, cifra superior a los habitantes de la ciudad, por lo que probablemente acudieran al circo gente de toda la provincia. Vespasiano dio otro paso en la romanización al conceder el derecho de ciudadanía latina a todos los habitantes de la península ibérica, facilitando de este modo el que los hispanos pudieran acceder a un cargo público. En el s. III d. C. comenzaron los problemas. Bandas germánicas, constituidas por bárbaros, saquearon la provincia a su paso. Ello aconsejó fortificar las ciudades; de este tiempo datan las murallas de Mérida, Coria y Cáceres. El temido peligro llegaría en el s. V, dejando a la provincia abandonada y en ruinas. La ciudad de Castra Cecilia se extinguió. Otras, como Augustobriga, Cáparra y Iulipa cayeron en el olvido, a pesar de quedar en pie formidables monumentos. La Lusitania fue invadida primero por los alanos y después por los suevos. Con ellos entramos en época visigoda.
Extremadura romana
Conjunto romano de CáparraTeatro Romano, Mérida.La tierra de esta confederación lusitana sufrió una Romanización completa y profunda. El grado de romanización alcanzado y la extensión de la provincia Ulterior aconsejaban un gobierno aparte, constituyéndose la Lusitania en provincia aparte en tiempos de Augusto (s. II a C.). La provincia de Lusitania acogía gran parte de Extremadura, y Portugal central. Se construyeron numerosas vías de comunicación (calzadas), grandes urbes, destacando Emerita Augusta, fundada en el 25 a. C., ciudad muy significativa en el Imperio Romano y capital de Lusitania, una de las provincias en que se dividió definitivamente la Península Ibérica y un aspecto importantísimo fue la adopción de la lengua del Imperio, base de todos las futuros Romances Peninsulares.La capital de la provincia de Lusitania, Emerita Augusta, se convirtió pronto en una ciudad rica y brillante, que en nada tenía que envidiar a las otras dos capitales de provincia hispanas, Tarraco y Corduba. Tenía una amplia y cuidada red de comunicaciones que la cruzaban para enlazarla con las restantes capitales de provincia y con otras ciudades; así, la Ruta de la Plata unía Asturias con Emerita y con Itálica; otras rutas conducían a Corduba; otras a Olisipo , a Conimbriga, pasando por el famoso puente de Alcántara. Mérida canalizó el comercio y la vida de la provincia hacia Roma, norte de África y Grecia. No cabe duda que se alcanzó un alto grado de bienestar. Esto lo demuestra el circo de Mérida, capaz de acoger a 25.000 espectadores, cifra superior a los habitantes de la ciudad, por lo que probablemente acudieran al circo gente de toda la provincia. Vespasiano dio otro paso en la romanización al conceder el derecho de ciudadanía latina a todos los habitantes de la península ibérica, facilitando de este modo el que los hispanos pudieran acceder a un cargo público. En el s. III d. C. comenzaron los problemas. Bandas germánicas, constituidas por bárbaros, saquearon la provincia a su paso. Ello aconsejó fortificar las ciudades; de este tiempo datan las murallas de Mérida, Coria y Cáceres. El temido peligro llegaría en el s. V, dejando a la provincia abandonada y en ruinas. La ciudad de Castra Cecilia se extinguió. Otras, como Augustobriga, Cáparra y Iulipa cayeron en el olvido, a pesar de quedar en pie formidables monumentos. La Lusitania fue invadida primero por los alanos y después por los suevos. Con ellos entramos en época visigoda.
Edad Media
Casco Medieval Cáceres, el tercer conjunto medieval mejor conservado de EuropaMurallas medievales de Plasencia.Vista de la Plaza Alta de Badajoz.Con la llegada de los sarracenos la Lusitania visigótica pasa a llamarse Reino Taifas de Badajoz. En Extremadura se conservan numerosas huellas del periodo musulmán de más de 500 años en la zona, hasta 1248. Por destacar algunos de los existentes se puede citar la Alcazaba de Badajoz, los restos de la fortaleza de Alange, la Alcazaba de Mérida, el Aljibe de Cáceres, el castillo de Trujillo, y en Galisteo las murallas de la época almohade a base de piedras de río. En 1009 se crea el Reino de Taifas de Badajoz que recuerda geográficamente a la Lusitania y que diversos autores cosideran como último periodo del ciclo lusitano. La taifa de Badajoz fue una de las más extensas y poderosas de la península, llegando a tener una extensión mayor al área actual de la región extremeña. En este período se abre un apasionante periodo de intrigas, luchas y pactos con los reyes de Sevilla, Toledo, Córdoba... además de con los monarcas cristianos.La Reconquista de lo que actualmente es Extremadura(parte oriental del reino Taifas de Badajoz)se lo disputan el reino de Portugal con el rey Alfonso Enrique con la ayuda del guerrero Geraldo geraldes conocido como Geraldo "sem pavor" y el Reino de León con el Rey Fernando II,definitivamente la conquista la lleva a cabo principalmente el Reino de León, en su segunda etapa como reino independiente (1.072-1.230). Primero fue Fernando II de León en 1.169 y después Alfonso VIII de León (incluido en el orden dinástico español como Alfonso IX) en 1.229 quienes tomaron Cáceres. Ya en 1.213, el propio Alfonso VIII de León había tomado Alcántara.A Ésta ciudad la convirtió en la sede de la Orden Militar de San Julián de Pereiro, posteriormente llamada Orden de Alcántara. Alfonso VIII de León llevó a cabo también la conquista de Mérida- muy importante para los monarcas leoneses por ser sede episcopal de un obispado visigodo, lo cual lo encadenaba a la antigua tradición eclesiástica mozárabe-y Badajoz sería reconquistada por Alfonso IX de León el 19 de marzo de 1230.Por su parte la corona de Castilla también avanzó en la reconquista y en el año 1186 el rey Alfonso VIII de Castilla funda la ciudad de Plasencia sobre un asentamiento anterior, para así garantizar y asegurar la posesión de gredos y del Valle del Jerte. Se establece la Vía de la Plata como frontera entre los reinos de León y Castilla.Es de resaltar que durante esta época convivieron pacíficamente Islam, Judaísmo y Cristianismo, llamadas las tres culturas, hasta que los Reyes Católicos, después de finalizar la llamada Reconquista decretaron la conversión al Cristianismo o expulsión de todo individuo judío o musulmán que no aceptara la nueva doctrina oficial. La parte occidental del Reino Taifas de Badajoz fue reconquistada por Enrique de Borgoña, el cual recibió el Condado portucalense(Oporto y tierras circundantes),con el título de "Conde de Portus Cale". Este condado se convertiría en un reino independiente años después y comenzaría su expansión hacia el sur hasta llegar a Faro.En el siglo XIV se produce la aparición de la Virgen de Guadalupe.Panorámica de la parte antigua de Cáceres tomada desde la Torre Bujaco. En la misma se pueden observar la torre de la Concatedral de Santa María, las de San Francisco Javier y la Iglesia de San Mateo, además de de parte de la muralla que rodea el recinto.Siglos XV y XVIPuerta de Palmas.Un rasgo cáracteristico de la región fue la emigración masiva a América. Muchos de los emigrantes fueron hombres en busca de la fortuna y fama que España ya no ofrecía luego de la caída de Granada en 1492, el mismo año que se descubrió América. Así mismo entre los conquistadores se destacan varios extremeños como: Hernán Cortés, conquistador de México, Francisco Pizarro quien anexó los territorios Incaicos al Reino de España y Pedro de Valdivia conquistador de Chile que el rebautizó el actual Chile como Nueva Extremadura, cuya capital era Santiago de Nueva Extremadura.Uno de los acontecimientos más determinantes de la historia moderna de Extremadura se produce en 1580, con la unión de los Imperios de España y Portugal. Las dos superpotencias de la época se unen bajo una misma corona. Extremadura está entre Madrid y Lisboa, especialmente ciudades como Badajoz, viven una época de esplendor, que quedará dolorosamente truncada con una guerra que marcó la decadencia de Extremadura, y de España en los siglos posteriores.
La guerra de 1640 fue el inicio de una sucesión trágica de guerras devastadoras para Extremadura que no acabó hasta la finalización de las guerras napoleónicas, ya en el siglo XIX.La guerra menos referida en los libros escolares españoles, la llamada Guerra de Restauración portuguesa (Guerra da Restauração, en portugués) mantenida con Portugal desde 1640 hasta 1668, transformó a Extremadura de una manera determinante y marcó su destino hasta tiempos muy recientes.La prepotencia de la nobleza española trató a Portugal, su vasto imperio, su singular cultura y su importancia naval y comercial, como un territorio más, de un imperio ingobernable y corrupto, tras la fusión de los dos reinos con Felipe II.Analizada desde la perspectiva de sus consecuencias, especialmente para Extremadura, fue sin duda una de los peores servicios hechos a la historia de España, por unos gobernantes que les falto la altura de miras para entender el poder y la influencia que podría haber alcanzado aquel imperio, si esa unidad ibérica, que realmente era una unidad universal, hubiera tenido más éxito que el que tuvo.La guerra con Portugal transformó las ciudades y los pueblos extremeños de una manera notable. Se produjo una gran despoblación y un gran abandono de tierras de labor. Las continuas escaramuzas por la frontera y el asentamiento casi durante treinta años de los soldados en las poblaciones extremeñas, provocó una crisis que se acrecentó tras el final de la guerra, al convertirse este territorio de nuevo en la "Extremadura". Otra vez territorio de frontera, con un imperio muy poderoso y con una gran carga de recelo tras el largo período de hostilidades.En 1653 la ciudad de Plasencia decide recuperar el voto en Cortes que durante la Edad Media había tenido y comprarlo por valor de 80.000 ducados. Para ello propone una alianza a las ciudades de Badajoz, Mérida y Trujillo y a las villas de Cáceres y Alcántara para comprar conjuntamente dicho voto y conformar de este modo la provincia de Extremadura. Es pues en este momento cuando surge Extremadura como entidad política, a la que posteriormente se unirían otras localidades y la provincia de León de la Orden de Santiago.No habían pasado treinta y cinco años del final de la guerra con Portugal y España se ve envuelta en la Guerra de Sucesión Española (1702-1713), que acaba de arruinar Extremadura, con la práctica destrucción de Badajoz a manos austriacas y la destrucción de los pueblos del valle del Tajo y del Guadiana. A efectos transfronterizos, es una nueva guerra con Portugal, que viene a abrir aún más la brecha que separa ambos países. Buena prueba de ello es la destrucción por parte de los españoles, de Puente Ajuda en 1709, cuyas ruinas han sido durante siglos, la expresión material de desencuentro ibérico.Siglo XXLa segunda mitad del siglo XX estuvo marcado por la sangría demográfica en la región. Se calcula que más de 800.000 personas abandonaron Extremadura para buscar una mayor prosperidad en otras regiones españolas, como País Vasco, Madrid o Cataluña, y en otros países, como Francia, Alemania u Holanda.